En la Comunidad Valenciana existen diferentes entidades que trabajan con personas que sufren adicciones. Mosaic es una de ellas. Desde hace más de 25 años, acompañamos procesos de cambio desde un enfoque humano, terapéutico y comunitario, a través de la convivencia diaria en dos pisos terapéuticos: la vivienda Mosaic (para hombres) y la vivienda Alba (para mujeres). No sustituimos a centros de desintoxicación ni a programas clínicos, pero somos una parte fundamental del camino. Este artículo explica por qué.
Las adicciones son una realidad compleja y diversa, que afecta a personas de todas las edades, géneros y condiciones sociales. En la Comunidad Valenciana, al igual que en el resto del Estado, existen centros especializados, recursos sanitarios y entidades sociales que trabajan en el tratamiento de las adicciones. Entre ellos destacan organizaciones como Proyecto Hombre, fundaciones, unidades de salud mental.
Sin embargo, no todas las personas acceden o responden de la misma manera a los tratamientos más estructurados o sanitarios. Algunas necesitan un espacio intermedio, un entorno donde reconstruir rutinas, autoestima y vínculos desde lo cotidiano y desde un entorno normalizado como la Associació Mosaic.
Mosaic: una pieza más dentro de la red de apoyo
Mosaic no es un centro de desintoxicación ni un dispositivo médico. Somos una asociación sin ánimo de lucro que forma parte de esa red de apoyo social que permite a muchas personas reconstruir su vida. Y lo hacemos desde una metodología basada en la convivencia, la escucha, el acompañamiento continuo y la práctica diaria.
Nuestro trabajo se desarrolla principalmente en dos recursos residenciales: el vivienda Mosaic, destinado a hombres, y la vivienda Alba, para mujeres. Ambos espacios ofrecen un entorno seguro y normalizado, donde las personas pueden comenzar a reconectar consigo mismas, con sus emociones y con su entorno.
Las viviendas de Mosaic no son sólo un techo. Son lugares de paso, de reconstrucción, de caídas y avances. Cada persona llega con su historia, sus debilidades y sus fortalezas. Nuestro papel es acompañar sin juzgar, ofrecer herramientas sin imponer, y construir vínculos que favorezcan la autonomía y la responsabilidad.
A diferencia de otros recursos, en Mosaic se trabaja desde lo cotidiano: cocinar, limpiar, gestionar horarios, acudir citas médicas y responsabilizarse de las obligaciones, hablar, convivir. Es en esas acciones diarias donde aparecen los retos reales de la reinserción: gestionar un conflicto, gestionar una emoción, pedir ayuda, aceptar un límite, sostener la frustración.
El enfoque de Mosaic: humano, flexible y realista
No prometemos curas ni soluciones instantáneas. Creemos en los procesos. Y también creemos en la importancia de trabajar con lo que hay: con el móvil que tiene cada persona, con la mochila que trae, con sus luces y sus sombras. Desde ahí, construimos.
Trabajamos en coordinación con otras entidades del ámbito social y sanitario, pero nuestro valor diferencial está en la cercanía, la escucha activa y el respeto a los ritmos individuales. Cada historia importa. Cada pequeño avance también. Y en todo ese camino, el papel de las personas voluntarias es clave: aportan mirada, tiempo, humanidad y una riqueza experiencial que complementa la intervención profesional. Su implicación nos conecta con la comunidad y multiplica el impacto real de lo que hacemos.
Si eres una persona comprometida, sensible y con ganas de aportar tu tiempo, tu experiencia o simplemente tu presencia, eres un firme candidato o candidata a voluntario de Mosaic. Porque a veces no se necesita mucho más que estar. Nuestro equipo de voluntariado participa en talleres, actividades formativas, salidas culturales, acompañamientos puntuales y, sobre todo, en la creación de espacios de escucha, confianza y vínculo.
No hace falta tener una formación concreta. Lo más importante es el respeto, la empatía y las ganas de compartir desde la horizontalidad. Contamos con personas voluntarias que vienen del mundo educativo, artístico, social, sanitario o simplemente con una historia personal que quieren poner al servicio de otros.
Si sientes que quieres formar parte del cambio, escríbenos (asociacionmosaic2015@gmail.com) o acércate a Mosaic. Siempre estamos abiertos a nuevas manos, nuevas miradas y nuevas formas de sumar.
Vivienda Mosaic y vivienda Alba: igualdad en la diferencia
Contar con dos espacios diferenciados permite también abordar realidades específicas. Las mujeres con adicciones a menudo han pasado por situaciones de violencia, carga familiar o estigma social más acusado. La vivienda Alba ofrece un entorno más adaptado a esas vivencias, con el mismo enfoque humano y comunitario.
La vivienda Mosaic, por su parte, permite a los hombres reencontrarse con un entorno que no sea competitivo ni autoritario, sino cooperativo y de cuidado mutuo.
En Mosaic sabemos que acompañar no es dirigir ni corregir. Es estar. Es caminar al lado. Es sostener cuando hay que sostener y soltar cuando hay que soltar. Por eso, somos una pieza pequeña pero esencial en ese gran puzzle que es la recuperación de las adicciones.
A las personas que han pasado por Mosaic, a sus familias, a quienes nos apoyan desde hace años, gracias. Y a quienes están buscando un primer paso, un lugar donde empezar a mirar hacia adelante con el voluntariado: Mosaic está aquí.